Vamos a reflexionar sobre la condición de los humanos. ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Hacia dónde vamos? ¿Cuál es el progreso del hombre en la evolución del mono en hombre? Aceptando la teoría de Charles Darwin somos el resultado de la evolución de un primate que por instinto descubrió el fuego cuando un rayo o centella estalló cerca y quemó unas hojas secas. Entonces ese fuego ablandaba la carne de los animales de tierra, de ríos y de lagos. Es decir la carne de la vaca o caballo o los peces que capturaban en lagos y lagunas podían alimentar a los seres humanos que en esa época primigenia decidieron o descubrieron que esas hordas nómadas iniciales podrían asentarse en un determinado territorio y de allí surge nada más ni nada menos que el sedentarismo, la vida en comunidad estable y de allí viene el concepto de Nación, que viene de nacer.
Desde ese entonces, el hombre ha evolucionado en cuanto a organización social estable con un lenguaje o idioma común y con unas costumbres e ideas de donde viene el lenguaje o las diferentes lenguas y diversas formas de organización civil derivadas esas Gens en formas comunes de grupos de gens con lenguaje e ideas comunes, entre las cuales están las ideas religiosas - inicialmente totémica y posteriormente con diversas ideas de los Dioses en el cual se concibió que estos o éste, creó al hombre.
Entonces surgen aspectos y temas de la vida para la eterna reflexión: El tiempo, las palabras y las oportunidades que da la vida - comenzando por el interior de cada uno de nosotros, allí en ese recóndito rincón del espíritu está lo esencial para que el ser humano actúe en la vida, reflexione sobre el tiempo y pueda ejercer también la virtud de la serenidad para tomar con calma todos los momentos difíciles que siempre surgen en la existencia humana en cualquier sociedad. La honestidad primero consigo mismo en el desarrollo de nuestra existencia y con los otros, en el día a día. Se trata de ser tú mismo en tu esencia espiritual con la luz de la esperanza siempre encendida en tu corazón rechazando con ternura esas tres cosas que pueden y en efecto dañan en la vida: el orgullo, la arrogancia prepotente (por tu posición social o tu pensamiento egoísta), los enojos infundados que deben ser acorde a tus sueños y que se pueden neutralizar con una autoestima equilibrada, con el amor de tu vida que es la pareja, con la cual debe existir siempre una búsqueda sincera de la felicidad, la cual se puede encontrar a nivel íntimo, independiente del prójimo, porque es un asunto tuyo que sin lugar a dudas debe manejarlo el ser humano en su interior.
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