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miércoles, 13 de noviembre de 2013

Educación bolivariana estimula la imaginación y curiosidad infantil

Educación bolivariana estimula la imaginación y curiosidad infantil

Niñas y niños del maternal y preescolar Generala Manuela Sáenz, ubicado en el Fuerte Tiuna, elaboraron con sus propias manos sus primeros experimentos científicos, utilizando materiales traídos de su casa. Los pequeños dieron vida a los trabajos con su inagotable imaginación y creatividad, contando con la ayuda de sus madres, representantes, docentes y comunidad que hace vida en el lugar.
Entre otras cosas, los muchachos hicieron globos mágicos y la réplica de un volcán en erupción con bicarbonato y vinagre. También fabricaron jabones sorpresas (porque en su interior guardaba un juguete), así como esculturas con masa de papa.
Los representantes colaboraron con llevar jabón rayado, agua, globos, envases plásticos, vinagre, masa de papa, pega, agua, bicarbonato, colorantes de tortas, café, arena, aserrín, cartulina, semillas de alpiste, entre otros materiales.
La actividad es parte de la celebración del mes de la Educación Inicial y se denominó Mis primeros experimentos, explicó la directora de la institución educativa, Arlinda Blanco, quien afirmó que, desde el punto de vista pedagógico, están cumpliendo con el lema: “Jugando aprendemos”.
“Estas actividades son cotidianas en la Educación Inicial. Los padres pueden permitirles a sus hijos explorar, experimentar con cosas que tengan en sus casas, claro, con supervisión”, advirtió la docente.
Luego afirmó que, a través de los juegos lúdicos y científicos, se puede trabajar la parte socioemocional, psicomotora, cognitiva y del lenguaje de los niños en sus primeros años de vida.
La docente Milagros Sánchez, comentó: “Muchos niños me preguntan: ‘¿qué es un experimento maestra?’, y en el aula lo llevamos hacia un espacio denominado Experimentar y Descubrir. Allí tenemos lupas y embudos, les explicamos cómo se usan y quedan maravillados. De esta manera los aproximamos a lo que es un experimento”.

martes, 12 de noviembre de 2013

Emilia Ferreiro: Si los docentes no leen son incapaces de transmitir el placer de la lectura

La educadora argentina que revolucionó la lectoescritura asegura que si los docentes no leen son incapaces de transmitir placer por la lectura. Dice que todos los chicos pueden aprender si los maestros se lo proponen. Para la investigadora, la escuela es muy resistente a los cambios porque siguen instaladas viejas ideas.

Info Post
Entrevista por Mariana Otero

Emilia Ferreiro casi no necesita presentación. Para el mundo de la educación es un referente indiscutible, que revolucionó la enseñanza de la lectoescritura y que realizó numerosos aportes a la alfabetización en el mundo.
Es argentina, pero está radicada en México desde hace más de dos décadas. Su tesis de doctorado fue dirigida por Jean Piaget en la Universidad de Ginebra. Hace años que recorre América y Europa dando conferencias y capacitaciones a docentes; es autora de innumerables artículos científicos y libros y fue reconocida varias veces como doctora honoris causa por diversas universidades, entre ellas la Universidad Nacional de Córdoba (1999).
La investigadora del Centro de Investigación de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional de México estuvo en Córdoba invitada por la Facultad de Psicología de la UNC. En diálogo con La Voz del Interior , aseguró que el docente no puede seguir haciendo tareas burocráticas, que debe profesionalizarse, que todos los chicos pueden aprender si tienen un maestro que crea que pueden lograrlo y que la escuela se resiste a los cambios que no genera ella misma. A continuación, un extracto de una larga charla.

–¿Qué puede hacer la escuela para evitar el fracaso escolar?
–El fracaso escolar tiene varias caras (...) Voy a hablar de los aprendizajes vinculados con la lengua. La alfabetización inicial o tiene lugar en los primeros años de la primaria o es un déficit que se arrastra muy mal. Incluso en casos donde no hay percepción de fracaso puede haber fracaso con respecto a lo que significa alfabetizar. Hoy nadie puede considerarse alfabetizado si está en situación de comprender mensajes simples, saber firmar o leer libros con léxico y sintaxis simplificada. Desde finales del siglo XX estamos asistiendo a una revolución en la que la digitalización de la información es parte de la vida cotidiana y la escuela ni se ha dado cuenta. Entoncessigue preparando para leer un conjunto limitadísimo de textos, sigue haciendo una alfabetización para el pizarrón. Trabajar con la diversidad de textos y alfabetizar con confianza y sin temor a circular a través de los múltiples tipos de textos y de soportes textuales del mundo contemporáneo es indispensable.

–¿Se puede decir que la escuela sigue siendo demasiado conservadora para niños de la era tecnológica?
El sistema escolar es de evolución muy lenta. Históricamente ha sido muy poco permeable a cambios que la afectaban. Dos ejemplos: cuando apareció la birome, la primera reacción del sistema educativo fue “eso no va a entrar acá porque arruina la letra”, y la escuela le hizo la guerra a ese instrumento: una guerra perdida de antemano (...) Lo mismo hizo cuando aparecieron las calculadoras de bolsillo y dijeron “eso va a arruinar el cálculo escolar y no van a entrar”. Y entraron con muchas dificultades, hasta que en algunos lugares descubrieron que podía hacerse un uso inteligente de la máquina de calcular. En ese contexto hay que ubicarse. La institución escolar siempre ha sido muy resistente a las novedades que no fueron generadas por ella.

–Ahora se resiste a la computadora.
–Es una tecnología de escritura y tiene ventajas innegables para la enseñanza. La primera reacción es de desconfianza. El primer acto reflejo es que si nos traen una, la ponemos con llave.

–¿Se puede alfabetizar igual en diferentes contextos sociales y culturales y con recursos distintos?
–Hay cosas que van a ser iguales y otras que son necesariamente distintas. Algo que les digo siempre a los maestros es: “¿Usted no sabe qué hacer el primer día? Lea en voz alta”. La experiencia de escuchar leer en voz alta no es una experiencia de todos los chicos antes de entrar a la escuela y es crucial para entender ese mundo insólito que tiene que ver con que hay estas patitas de araña (muestra las letras) en una hoja y que suscitan lengua.

–Es otra forma de enseñar a leer y escribir...
–Más que empezar con la pregunta típica de cómo hago para enseñar a leer y escribir, primero hay que enseñar algo acerca de lo que es la escritura y para qué sirve. El maestro tiene que comportarse como lector, como alguien que ya posee la escritura. La gran diferencia entre los chicos que han tenido libros y lectores a su alrededor y los que no los han tenido es que no tienen la menor idea del misterio que hay ahí adentro. Más que una maestra que empieza a enseñar, necesitan una maestra que les muestre qué quiere decir saber leer y escribir. Cuanta menos inmersión haya tenido antes, más hay que darle al inicio.

–¿El docente es consciente de que esta es una buena manera de enseñar a leer y escribir? Hay investigaciones que dicen que los maestros no leen.
–Ese es uno de los dramas del asunto porque se habla mucho del placer de la lectura, pero ¿cómo se transmite ese placer si el maestro nunca sintió ese placer porque leyó nada más que instrucciones oficiales, libros de “cómo hacer para”, leyó lo menos posible. Es muy difícil que ese maestro pueda transmitir un placer que nunca sintió y un interés por algo en lo que nunca se interesó. En toda América latina el reclutamiento de maestros viene de las capas menos favorecidas de la población. En muchos casos no hay aspiración a ser maestro. Y en ese sentido cambió, pasó de ser una profesión de alto prestigio social a una con relativo bajo prestigio social.

–¿Cuánto influye eso en la alfabetización de los niños?
–Mucho, porque si alguien está haciendo lo que hace porque no pudo hacer más, se va a sentir frustrado; y la frustración profesional no ayuda al ejercicio profesional. 

Una escuela vieja. –¿Se avanzó en el modo de alfabetizar?
–Hay una visión muy instrumentalista que piensa lo mismo desde hace tantas décadas que da hasta lástima decirlo. Dice: “Primero vas a aprender la mecánica de las correspondencias grafofónicas y para eso mejor que ni pienses porque es un ejercicio mecánico de asociación de correspondencias. Después vas a aprender de corrido, y después vas a entender lo que estás leyendo y después, quizá, te venga esa cosa desde algún milagro llamada placer por la lectura”. En realidad, el placer por la lectura entre los chicos que tienen lectores a su alrededor es lo primero que se instala (...) Es lo primero, no lo último.

–Esta tendencia del placer antes que lo instrumental no está en práctica; seguimos con las viejas teorías. ¿Cómo se revierte eso?
–No es fácil. Lo que no consigo es que me den la lógica de la visión opuesta. Por ese lado hice investigaciones que revelan que los chicos piensan sobre la escritura antes y que lo que piensan es relevante y que es bueno tenerlo en cuenta.

–¿Sigue en vigencia esa idea de que el maestro es la autoridad que les enseña a niñitos que no saben nada?
Siguen instaladas viejas ideas que son parte de la lentitud del sistema para reaccionar. A veces con el razonamiento de que si siempre se hizo así para qué cambiar (...) Una de las tendencias es regalarle el fracaso a la familia o al niño y no asumir la responsabilidad de que todos los chicos pueden aprender y deben aprender. Andan buscando desde antes que empiece el año escolar quiénes van a repetir o quiénes son los disléxicos o los que tienen alguna patología por la cual la cosa no va a andar. Y realmente todo cambia muy fuerte cuando el maestro dice “aquí no va a haber repetidores” y cuando asume desde el inicio que “aquí van a aprender todos”. Eso exige un involucramiento fuerte del maestro con el aprendizaje; ahí entramos en otra vertiente, en la que el oficio del maestro se ha ido burocratizando cada vez más y desprofesionalizando al mismo tiempo. Recibe instrucciones y las ejecuta: esa es la definición de un burócrata. En tanto, el profesional es el que sabe lo que está haciendo, por qué lo está haciendo y tiene una racionalidad y una especificidad que puede defender profesionalmente.

–¿Cómo se hace para sacar adelante a niños que concurren a escuelas donde hay un libro cada 40 alumnos, sin biblioteca ni computadora y el docente, además, atiende situaciones familiares, psicológicas?
–Enseñar a leer y escribir bajo los bombardeos es difícil. Cuando un maestro está convencido de que puede hacer algo termina descubriendo la manera de hacerlo, y si deja que el malestar general lo apabulle no va a poder hacer nada. Si acepta estar ahí es porque cree que algo puede hacer. Si forma parte de la desesperación colectiva, si se deprime junto con el ambiente, no va a poder hacer nada. Pero hay maestros creativos que consiguen llevar adelante algo que da esperanza... El maestro tiene que decir “aprender es posible”, como el médico decir “la salud es posible”. 

Agradecimiento al Prof. Miguel Inga Arias de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos por compartir esta información.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Aula propuesta educativa: Trabajando la inteligencia emocional/Autoconocimie...

Aula propuesta educativa: Trabajando la inteligencia emocional/Autoconocimie...: Trabajando la inteligencia emocional Autoconocimiento: Conocerse es tomar conciencia de quién es uno, qué se siente y cómo expr...

Trabajando la inteligencia emocional/Autoconocimiento:


Trabajando la inteligencia emocional

Autoconocimiento:

Conocerse es tomar conciencia de quién es uno, qué se siente y 
cómo expresa uno sus emociones. Constituye la piedra angular 
de la inteligencia emocional.

El niño que se conoce a sí mismo tiene la capacidad de 
observarse por dentro y por fuera, lo que siente y lo que hace;
 utiliza sus preferencias para guiar la toma de decisiones y va
 descubriendo sus capacidades y limitaciones.

CONOCERSE PARA…

·       Tener un concepto claro sobre uno mismo.

·       Valorarse como ser único.

·       Saber lo que se siente en cada momento.

·       Utilizar el cuerpo para expresar sentimientos y emociones.

·       Tener confianza en las propias capacidades y cualidades.

·       Respetar las cualidades de los demás.

·       Expresar necesidades y deseos.

·       Reconocer los propios gustos y preferencias.

·       Tomar decisiones.

·       Saber lo que hace uno mejor y lo que hace regular.

·       Conocer a los demás.

Es función educativa de la familia y la escuela enseñar al niño 
a observarse, haciéndole tomar conciencia de las señales 
corporales relacionadas con cada una de las emociones, 
sin juzgar  ni valorar unas como buenas y otras como malas, 
puesto que cada una de ellas tiene una finalidad, un valor y 
un significado.

Poner nombre a las emociones y sentimientos le permite 
al niño “apropiarse” de ellas. Solo cuando sea capaz de advertir
 sus emociones estará en condiciones de poderlas controlar.

 

Fuente: dinámicas y actividades para sentir y pensar

Programa de Inteligencia Emocional(sm primaria)

Crecebebe: Tips

Crecebebe: Tips: Antes de nacer El estado emocional de la madre puede influir en las reacciones y en el desarrollo del niño o niña por ...

Tips

Antes de nacer
El estado emocional de la madre puede influir en las reacciones y en el desarrollo del niño o niña por nacer. Emociones como la angustia, el miedo o la rabia intensa producen cambios químicos y hormonales en el organismo que son transmitidos al feto a través de la placenta, y que lo pueden afectar.  La tensión emocional prolongada de la madre durante la gestación puede tener consecuencias perjudiciales para el niño o niña tales como: nacimiento prematuro, bajo peso al nacer, hiperactividad, irritabilidad, exceso de movimientos intestinales u otras alteraciones.
La tensión emocional prolongada puede predisponer a la madre a experimentar mayores dificultades durante el parto. La gestante que sufre estados emocionales negativos necesita tener apoyo emocional y compartir sus preocupaciones con su pareja, sus familiares, amigos y otras embarazadas. Así podrá encontrar formas de alivio y podrá afrontar sus problemas sintiéndose apoyada y acompañada. Un niño o niña que viene es una alegría para la familia que lo acoge. El clima familiar positivo resulta fundamental para el buen desarrollo de la gestación.
Si los padres reciben información sobre las etapas del desarrollo, pueden ir imaginándolo y recibir al niño o niña con más cariño. Les interesará saber, por ejemplo, que al mes de embarazo el niño o niña ya tiene un corazón que late; que a los dos meses tiene brazos, piernas, cara, ojos, boca y orejas. Que a los tres meses se puede reconocer su sexo. Que a los cuatro meses ya tiene forma humana aunque sólo mide 11 cm.
La vida no comienza en el momento del parto sino mucho antes. Cuando el niño o niña nace ya tiene alrededor de nueve meses de vida. Cuando está en el vientre materno, ya es un ser humano que se mueve, siente y se alimenta.

La primera crisis
La primera crisis que experimentamos los seres humanos es la del nacimiento. El nacimiento es un cambio tan profundo que implica una gran sacudida, pues es la entrada a un mundo totalmente diferente donde experimentamos la influencia de una multivariedad de estímulos hasta entonces totalmente desconocidos. La crisis del primer año delimita el primer año de la infancia temprana. La crisis de los tres años nos indica el tránsito de un niño de la infancia temprana hacia la etapa preescolar y la crisis de los siete años configura el enlace entre ente la edad preescolar y la escolar.
Considerar que los niños solo se entretienen cuando reciben estimulación durante estas etapas es el mayor error, pues es precisamente durante estas primeras etapas cuando se adquieren los mecanismos culturales básicos de las funciones psíquicas superiores.

Contactando
El contacto inmediato con el recién nacido al amamantarlo desde la primera hora, además de todas las ventajas que proporciona la leche materna para la salud del niño o niña, contribuye a crear una buena relación afectiva.
El estado de bienestar que experimenta el recién nacido por la cercanía cálida de sus padres facilita el funcionamiento de sus sistemas digestivo, respiratorio y circulatorio.
El recién nacido busca la interacción social y gestual con la madre. Él busca y espera una respuesta a sus acciones. Si el niño o niña no tiene respuesta, se inhibe y deja de comunicarse.
El recién nacido es capaz de: Dar y recibir afecto, y relacionarse con otras personas.
Emplea todos sus sentidos: oye, ve, olfatea, distingue gestos, tiene muy desarrollado el tacto.
Se comunica por medio del llanto, los gestos y el tacto.
Imita movimientos de la lengua y de la boca.
El niño o niña busca el contacto visual y táctil. Estos producen en él una sensación de bienestar y cercanía con sus padres.
El recién nacido es especialmente sensible a la voz humana y sus diferentes tonos. Él se tranquiliza cuando se le habla. A los pocos días ya reconoce la voz de su madre.
El tacto es el sistema sensorial que el niño o niña tiene más desarrollado, y a través de él surgen las primeras emociones.
La alimentación al pecho favorece el contacto físico y emocional de la madre con el niño o niña y produce un estado de bienestar en éste.
El llanto es uno de los medios de comunicación más efectivo que posee el recién nacido. No sólo es expresión de sus necesidades físicas como el hambre, el sueño o el dolor, sino también de la necesidad del contacto con otros. Poco a poco, la madre aprende a comprender el motivo del llanto en cada ocasión.


          El llanto del bebe
                                                
Todos los bebés lloran, y usted debe decidir si ha de dejar que siga llorando o bien si debe calmarlo, alimentarlo, o pedirle al padre que haga algo. Los bebés lloran por muchos motivos y uno no sabe qué hay que hacer hasta que descubre por qué llora.
Digamos que hay cuatro clases de llanto: Satisfacción, Dolor, Rabia, Aflicción. Como ve…lo que digo es en realidad, muy evidente; algo que toda madre sabe por sí misma aunque nunca haya tratado de expresarlo con palabras. Lo que quiero decir es, simplemente, que el llanto da al bebé la sensación de que está ejercitando sus pulmones (satisfacción), o bien constituye una señal de peligro (dolor), una expresión de cólera (rabia), o una canción triste (aflicción). Los bebés lloran porque se sienten ansiosos o inseguros, y eso los ayuda; por lo tanto debemos aceptar que hay algo de bueno en el hecho de llorar.
A nadie ha de resultarle difícil reconocer el llanto de dolor, la forma elegida por la naturaleza para hacerle saber que su bebé está en dificultades y necesita su ayuda. Cuando un bebé siente algún dolor, emite un sonido agudo o penetrante, al tiempo que indica a menudo el sitio dolorido. Por ejemplo, si tiene un cólico, recoge las piernas; si se trata de un dolor de oídos, se toca con la mano el oído enfermo; si lo molesta una luz demasiado fuerte, da vuelta la cabeza hacia el otro lado. Todavía no sabe qué hacer para defenderse de los ruidos fuertes. Tarde o temprano observamos un nuevo tipo de llanto doloroso, el llanto aprensivo. Ello significa que el bebé está empezando a enterarse de un par de cosas. Ya sabe que en ciertas circunstancias el dolor es más o menos inevitable. Cuando usted comienza a desvestirlo, el bebé sabe que perderá la agradable sensación de calor, que deberá cambiar de posición, no una sino varias veces, y que perderá todo sentimiento de seguridad, y por eso llora en cuanto usted le desabrocha el primer botón. Desde luego, todo esto se torna más y más complejo a medida que transcurren las semanas y va creciendo. A veces, el bebé llora cuando está sucio. Ello podría indicar que no le gusta sentirse sucio (y, además, si tal situación se prolonga, la piel se le irrita y le duele), pero por lo general no significa nada de eso, sino el temor a la perturbación que ha aprendido a esperar. La experiencia le ha mostrado que en los minutos siguientes ha de perder todas sus seguridades es decir lo desnudarán, lo moverán y le harán perder su calor. Todos sabemos qué significa enojarse y que la rabia cuando es muy intensa parece dominarnos y hacernos perder el control momentáneo. Su bebé sabe muy bien todo esto. El llanto encolerizado probablemente indique que tiene cierta fe en usted. Confía en poder cambiarla. Un bebé enojado es toda una persona. Sabe muy bien lo que quiere y cómo podría obtenerlo, y se niega a abandonar toda esperanza. Al principio casi no sabe que cuenta con algunas armas que sus alaridos lastiman y sus deposiciones dan trabajo. Pero en el curso de unos pocos meses comienza a sentirse peligroso, a sentir que puede lastimar y a experimentar el deseo de hacerlo y, tarde o temprano, su experiencia personal del dolor le enseña que también los otros pueden sufrir y cansarse. Por último me referiré  a la cuarta causa del llanto, la aflicción. Sé que no es necesario describirle la tristeza, tal como no es necesario explicar el concepto de color a alguien que no es daltónico. Con todo, no basta limitarse a mencionar la tristeza por diversos motivos. Cuando hablo de la aflicción como causa del llanto infantil, conviene señalar que usted no recordará fácilmente la tristeza de su propia infancia y que ello le impedirá creer en la de su propio bebé mediante una comprensión directa. Cuando su hijo demuestra que puede llorar de tristeza cabe deducir que ha recorrido ya un largo camino en el desarrollo de sus sentimientos. 


Separaciones cotidianas
El vinculo que une el bebe a la madre o al padre es un vinculo meramente afectivo, siendo una conducta instintiva e innegable de cualquier ser vivo. De ahí que cuando surgen las separaciones temporarias o permanentes suelen observase las siguientes conductas en el bebe: Protesta, Desesperación y Desapego.
La fase de protesta se presenta a partir de que desaparece la madre y puede durar de unos minutos hasta una semana aproximadamente. Durante esta fase el niño se encuentra ansioso, nervioso, excitado, llora intensa, larga y fuertemente, golpea o sacude lo que se encuentra a su alcance, busca a su madre y tiene expectativas de que vuelva pronto. Pregunta por ella y se niega a recibir ayuda o consuelo de otras personas que se le acerquen rechazándolas. Cuanto  mejor la relación con su madre, mayor es el grado de ansiedad que el niño muestra durante esta etapa; la ausencia de la etapa de protesta es  indicadora de una relación insatisfactoria previa con la madre.
Durante la fase de desesperación su excitación psicomotriz disminuye. Llora con menos intensidad, en forma más monótona, esta distante e inactivo y su conducta sugiere desesperanza, empieza a dudar de que su madre vaya a volver. Nada le interesa, no se interesa con el medio que lo rodea y se pasea de acá para allá, sin objetivos, como sintiéndose profundamente deprimido.
La fase del desapego se caracteriza por la ausencia de la excitación psicomotriz, el niño deja de llorar y empieza nuevamente a interesarse por el medio que le rodea, parece como si se estuviera recuperando, ya no rechaza a otras personas desconocidas y acepta sus cuidados, la comida y los juguetes que le ofrecen y a veces hasta sonríe,  esta mas sociable. Si su estadía es suficientemente prolongada poco a poco va perdiendo interés por las personas e interesarse más en los juguetes, caramelos y comidas. Ya no se le ve ansioso frente a personas desconocidas, ida y venida de los padres, ya no hace más caprichos.
He de hace notar que el reencuentro posterior con la madre o el padre también muestra a un niño alterado emocionalmente y afectado psicológicamente en su relación con la madre. Reconciliarse con la mama después de la separación le llevara un tiempo que dependerá de la duración de la separación y las características del vinculo que previamente tenia con ambos.


Se trata de un proceso madurativo, resulta equivocado pensar en acelerarlo o  admitir que ocurre de un día para otro. Por lo que hablar de un proceso madurativo nos lleva directamente a identificar la relación existente entre el desarrollo cerebral y los órganos internos que controlan los esfínteres, lo cual es de alta complejidad para el niño. De tal forma que al saber que es un proceso que solo compete al niño manifestándolo en el momento que  esta preparado, solo podemos participar en este proceso periféricamente por lo que sugiero:
No acelere el proceso retirar el pañal en el bebe, espere a que llegue a la edad adecuada, para no generar retrocesos tempranos.
La generalidad del controlar esfínteres en el niño nos dice que se inicia a partir de entre los 2 1/2 y 3 años. 
Si el niño asiste a la guardería, generalmente lo inician a entrenar antes de los dos años, por lo que es importante que de continuidad en casa a este entrenamiento, pues contrario a ello generara un retroceso en el niño.
Una vez que ha retirado el pañal al niño permítale que viva un complejo proceso de ensayo-error.
Acepte los “fallos”. No se trata de ponernos a hacer pis en los pantalones igual que ellos para acompañarlos, sino aceptar que, de manera natural, están aprendiendo, es decir, lo van haciendo poco a poco y no en el momento en que nosotros lo decidimos.
El control de esfínteres y la retirada del pañal son conceptos distintos. Resulta importante no confundirlos. Un niño al que se le retira el pañal sin estar preparado para ello seguirá sin tener el control de esta función aunque nos empeñemos en lo contrario  lo cual resulta perjudicial para el niño.
Si un niño se hace pis cuando se ríe, cuando se pone nervioso, cuando se olvida de ir al baño, cuando está demasiado concentrado en una actividad quiere decir que no tiene aun el control de esfínteres, por lo que será necesario apoyarlo llevándolo al baño ya que aun no ha alcanzado la madurez total.
Aunque la estimulación puede influir en algunos niños, controlar los esfínteres se dará de manera natural.

El surgimiento de los berrinches  nacen con la aparición del lenguaje. Es ahora cuando el adulto enfrenta un nuevo reto; “guiar adecuadamente las emociones en el niño”. Y cuáles son las causas que originan los berrinches? Existe una multivariedad de causas externas que provocan irritabilidad, angustia, temores, miedo u otros factores detonantes del berrinche en el niño. Todo ello es derivado de una tierna sensibilidad que inicia a moldearse a partir de lo que el entorno le ofrece. Sin embargo  son las causas internas propias de su desarrollo las responsables de los berrinches. Lo cual es  totalmente valido y natural como resultado de un  aprendizaje emocional por el cual atraviesa el pequeño

Poco a poco, el niño consigue utilizar más las palabras y se inicia en el arte de jugar con los sentimientos cuando descubre que puede manipular al adulto. Los “no te quiero” o el “eres mala”, probablemente le impacten en pleno corazón.
Tras un rechazo o negativa que emitas al niño, a la brevedad saldrán de la boca de su pequeño una sarta de palabras furibundas. Es entonces cuando toca al adulto a aprender a simbolizar sus emociones de manera natural, es decir permitir que el niño saque todos sus atropellos verbales, pues aun  carece del significado de tales palabras, sin embargo ya se ha percatado que este tipo de palabras generan un tipo de control y una respuesta inmediata, lo cual es percibido por el niño a sabiendas que obtendrá lo que desea o bien se encuentra en total confusión. Contrario a involucrarse en estos arranques infantiles permita que su hijo saque toda su crisis emocional y procura no involucrarte en ella, pues se encuentra en un grado de confusión que ni el mismo se explica, solo sabe que es la única manera que Tu reaccionas. Estos momentos son una oportunidad para que el adulto desarrolle autocontrol emocional  y apoye al niño en su crisis emocional.
Al estar fuera de la crisis emocionales del pequeño estarás evitando las  rabietas infantiles y por si solas se esfumaran.

 
A la edad en que el niño experimenta sus primeras frustraciones (entre 2 y 3 años) no las comprende y por lo tanto las sobrelleva mal.  Con frecuencia desencadena una crisis de coraje, pues es su manera de confrontarse con el mundo que lo rodea y de aprender a adaptarse a él.
Es tranquilizante saber que el periodo de las grandes rabietas es una etapa normal de la evolución del niño, esencial para su desarrollo afectivo y social. Poco a poco va aprendiendo a canalizar su energía o evacuarla mediante los gritos de la intensa emoción que lo invaden. A ti te corresponde actuar con madurez emocional y justicia a la decepción o la angustia.  Cuando accedes a escuchar las emociones de tu hijo, el se sentirá seguro y lograra calmarse fácilmente, lo cual le brindara una verdadera sensación de fuerza y un logro para adaptarse mejor a otra frustración.
En las edades de uno a tres años el niño aun no posee la comprensión perfecta de sus comportamientos  y con frecuencia no logra controlarse del todo, pues es el inicio de un largo periodo de aprendizaje emocional.

Madurez Cerebral 
El niño atraviesa períodos en los que ciertas partes del cerebro pueden incorporar información nueva con mayor facilidad que en otros. Estos períodos son llamados las oportunidades existentes y se conciben como “puertas” que se abren durante los primeros años de vida y luego se cierran completamente. Por ejemplo, las conexiones cerebrales. Una de estas puertas permanece abiertas por mucho tiempo y esta puerta es del aprendizaje,  pero sin lugar a dudas el aprendizaje es más fácil en ciertos períodos. Por ejemplo, los primeros cinco años constituyen el “tiempo óptimo” para adquirir el lenguaje. Sin embargo, esto, no quiere decir que los niños aprendan todo lo que se requiere sobre el lenguaje en dichos cinco años, ya que el aprendizaje continúa teniendo lugar durante toda la vida. Aunque el completo crecimiento y desarrollo del cerebro infantil requiere de unos 15-20 años, es decir es más fácil aprender en ciertos momentos que en otros.

Capacidades cerebrales
Existen dos razones vitales del porque los niños pequeños aprenden fácilmente: Primero debido a su capacidad cerebral  con toda su pereza de nacimiento. Y en especial porque la capacidad posterior del cerebro se encuentra integrada por vías sensoriales de acceso. Estas vías se dividen en cinco sentidos por medio de los cuales oímos, sentimos, vemos, degustamos y olemos. Estas cinco vías se desarrollaran gracias a la estimulación que reciban. Lo cual quiere decir que entre más mensajes pasen por la vía visual, auditiva, táctil, olfativa o gustativa, mayores niveles de madurez tendrá el cerebro del niño.
Antes de los cinco años de edad el niño es capaz de captar cantidades incalculables de información con facilidad. Si el niño tiene menos de cuatro años, será más fácil y efectivo su aprendizaje, aun toda vía es más fácil a los tres años y por supuesto más efectivo antes de los dos años, pues el cerebro se encuentra en su pureza total.
Cuando nace un niño, nace sano y con todas sus vías intactas e inmaduras y serán precisamente los estímulos de luz, sonido, olor o gusto quienes ocasionen el desarrollo y la madurez del cerebro. Este es el motivo fundamental del porque el niño que recibe  estimulación en todas sus esferas de desarrollo aprende a gran velocidad desde la lectura, la escritura, las matemática o una docena de idiomas.
Antes de los cinco años el niño es capaz de aceptar información extraordinaria.
Mientras más información capta el niño antes de los cinco años, su capacidad de retención es más efectiva.
Antes de los cinco años el niño posee una energía inagotable.                                  
Antes de los cinco años el niño se encuentra con un interés imparable.
Todos los niños pequeños son genios lingüísticos y son capaces de aprender a leer y escribir
Todos los niños pequeños son capaces de prepara la plataforma de las operaciones lógicas llevándolos a concebir las matemáticas.

Los bebes pueden y aprende a leer palabras, oraciones y párrafos, exactamente de la misma manera como aprenden  a comprender palabras, oraciones y párrafos hablados.
La razón es sencilla; los ojos ven pero no comprenden lo que ven: los oídos escuchan pero no comprenden lo que escuchan. El cerebro es el único que comprende. El cerebro es un instrumento mágico. El canal visual y el canal auditivo viajan a través del cerebro, donde ambos cerebros son interpretados por el mismo proceso cerebral.
El proceso de enseñar al bebe a leer puede iniciarse desde su nacimiento y dicha aseveración la sustento mediante los siguientes puntos:
  • Dependiendo de su etapa puede asimilar fácilmente una cantidad increíble de información.
  • Capta información a una velocidad sorprendente
  • Entre más información asimile, mas estimula su cerebro.
  • Tiene una energía increíble.
  • Esta ansioso por explorar su entorno
Aprende un idioma completo y puede aprender tantos como se le presenten.
Aprender es lo más grandioso de la vida, es vital inevitable, es el juego más estimulante para el niño, por lo que brindarle sus primeros estímulos para leer y escribir serán una gran aventura para el bebe.

La cuestión de cuando empezar a enseñar a leer al niño es interesante.
Cuando está listo el bebe para empezar a aprender algo?
Una vez una madre pregunto a un famoso pedagogo infantil. A qué edad debía empezar a enseñar a su hijo?
Cuando nacerá su hijo? “pregunto él”.
“No, ya tiene cinco años”, dijo la madre.
Señora, corra a casa. Ha desperdiciado los mejores cinco años de la vida de su hijo.
Después de los dos años de edad leer se vuelve más difícil cada año. Si su hijo tiene cinco años será más fácil que si tuviera seis. A los cuatro es más fácil aun, y a los tres es todavía más fácil.
Al año de edad o antes es el mejor momento para empezar a propiciar en el niño las primeras estructuras de pensamiento que preparan los peldaños del aprendizaje tanto de la lectura como de la escritura.
De hecho el proceso de enseñar al bebe a leer puede iniciar desde el nacimiento. Después de todo ya he abordado la gran capacidad cerebral que posee el niño desde el momento de su nacimiento e iniciar esta gran aventura en su bebe dependerá de dos factores primordiales; La actitud del adulto que enseña y el método que ha de seguir.

La relevancia de iniciar al bebe en la lectura radica en identificar el momento clave para estimular este proceso en el bebe. Razón por la cual el adulto que desea estimular al bebe debe elegir el momento adecuado. Es decir cuando él,  como el bebe se encuentren en un estado de ánimo optimo y con disposición. Si el bebe esta irritable, cansado o con hambre no es un buen momento para iniciar la actividad de leer. Por otro lado si el adulto esta inseguro o indispuesto no es un buen momento para propiciar la lectura. Todo padre o madre que desea enseñar a su bebe a leer experimenta días con contratiempos o cuando las cosas sencillamente no marchan bien.
Nunca intente enseñar algo a su bebe cuando este cansada, indispuesta o alterada. Descubra que la molesta y soluciónelo. Entonces podrá abordar la enseñanza de la lectura en su bebe. Asegúrese que el lapso en que practique el juego sea muy corto, es importante que cada sesión dure minutos y respecto a cuándo concluir serán el adulto quien lo determine de acuerdo a la atención del bebe. Ya sea que la sesión de lectura consista únicamente de cinco palabras, en oraciones o un cuento. El entusiasmo del adulto es la clave

Es importante conservar el entusiasmo, hablar en buen tono y avanzar gradualmente. De ahí que concluyendo serán tres los factores a contemplar para la enseñanza de la lectura: La velocidad con que se muestran los materiales, la cantidad de material nuevo, el entusiasmo del adulto.

El primer paso para enseñar a leer al niño se da con el uso de quince palabras únicamente. Una vez que el niño asimilo las quince palabras estará listo para continuar con otros vocabularios.
Cada que decida estimular al niño con alguna actividad de este proceso Inicie a una hora determinada en la que el niño se encuentre  receptivo y descansado. Trabaje en alguna área de la casa donde haya los menos distractores posibles.
Sencillamente elabora tarjetas con palabras sencillas como mama, papa, o bien los nombres de la familia, este será el primer paso.
Durante cada sesión muestra al niño de una a tres palabras y solo dile claramente: aquí dice: “mama”. No des más detalles al niño pues no hay necesidad, solo permite que vea la tarjeta, la explore, la toque, etc. por no más de cinco segundos, también te recuerdo que solo estamos iniciando al niño al proceso de leer. Enseguida muestra la siguiente tarjeta bajo la misma dinámica. Finalmente entrega las tarjetas al niño, una vez  han sido leídas para que las vuelva a explorar, las toque e intente leer.
Cierra el primer paso guardando las tres primeras tarjetas que mostraste al niño.
Ha terminado el primer día y Tú has dado el primer paso para enseñar a leer al bebe y a los sumo invertiste de tres minutos a cinco minutos.
El segundo día repite tres veces la sesión básica (es decir la primera sesión abordada). Posteriormente añade un segundo juego de cinco palabras nuevas. Este segundo juego deberá ser mostrado con la misma dinámica que iniciaste y por periodos cortos de tres minutos. Finalmente felicita al bebe por esta nueva sesión donde visualizo, toco y exploro cinco nuevas palabras.
Repite de igual manera las siguientes sesiones hasta agotar las quince palabras elegidas.
Las primeras quince palabras nuevas que Usted enseña al niño deberán ser las más conocidas y agradables. El único signo de alarma de todo este proceso de aprender a leer es el aburrimiento. Nunca aburra al bebe. Es mucho más probable que se aburra si el avance es demasiado lento que si es demasiado rápido. Piense en la maravilla que acaba de lograr. El niño acaba de hacer la conquista más difícil de todo este asunto que es leer.
                                                             
Nota: Esta publicación es la secuencia de una serie de publicaciones del proceso de enseñar a leer y escribir al bebe
La Depresión en el Niño
La depresión es algo más que sentirse triste o infeliz. La depresión también produce ira, descorazonamiento, resentimiento, culpa y bajos niveles de auto estima. Al crecer el niño, particularmente en la etapa de la adolescencia, puede presentarse una época de confusión y de cambios en el estado anímico y extrema sensibilidad. Frecuentemente es vista como una etapa de rebelión. Como padres, es nuestra responsabilidad notar cuando los sentimientos de tristeza, ira, resentimiento, culpa o baja autoestima en nuestros hijos, son señales de que se están sintiendo muy tristes. Cuando los adolescentes beben alcohol o consumen drogas para sentirse mejor, puede ser una señal de que ellos se están sintiendo deprimidos.

Algunas veces, los niños y adolescentes que tienen problemas en casa o en la escuela pueden estar deprimidos sin saberlo. Debido a que nuestros hijos pueden no siempre mostrar que están tristes, nosotros como padres tenemos que saber y comprender que la conducta negativa puede ser una señal de depresión. Cuando se les pregunta directamente, nuestros hijos pueden algunas veces decir que son infelices o están tristes. Pero los niños y adolescentes con depresión pueden tener dificultades para expresar o describir sus emociones y estados de ánimo.

Frecuentemente nuestros hijos no sabrán que están deprimidos, entonces no piden ni obtienen la ayuda apropiada, depende de nosotros notar los cambios en la vida de nuestros hijos y la forma cómo ellos están enfrentándose con sus diferentes emociones.

Si nuestros hijos están deprimidos, pueden estar pensando en el suicidio. El no hablar acerca de ello no resolverá nada. Suavemente, con comprensión, apoyo y de una manera abierta, pregúnteles si ellos sienten como que desearían dormir y no despertar más. Si les preguntamos a nuestros hijos acerca de sus temores, sin asustarnos y sin críticas, ofrece la oportunidad de disminuir sus sentimientos de aislamiento. Ello no pone “esa idea” en sus mentes. Si nuestro hijo está diciendo que él o ella desea morir, no podemos ignorar esto. Quizás pensemos que nuestros hijos realmente no quieren decir eso cuando hablan sobre suicidio, pero es importante como padres permitirles a nuestros hijos hablar acerca de sus pensamientos de dañarse a si mismos y responderles tomando su dolor seriamente sin mostrar demasiada preocupación.

Si nuestros hijos tienen idea de dañarse o intentar lastimarse a sí mismos, nosotros como padres necesitamos asegurarnos de que ellos no estén solos. Necesitara ser cuidadoso hasta que puedan ver a un  profesional de la salud mental. Si nuestros hijos dicen que sienten como que quieren hacerse daño, nosotros sabemos que ellos necesitarán ayuda regularmente.